Más de un centenar de personas participaron de la ceremonia de año nuevo de los pueblos originarios: el Inti Raymi o “la Fiesta del Sol”. Se realizó en el predio del partido de Tigre conocido ahora como Punta Querandí, en donde se está defendiendo un espacio público con milenarios cementerios indígenas.
Invitados por el Movimiento en Defensa de la Pacha, vecinos, miembros y autoridades de pueblos originarios, miembros de distintas organizaciones sociales y medios de prensa independientes se unieron a los acampantes de Punta Querandí, el sitio sagrado ubicado en Dique Luján (partido de Tigre), para celebrar allí y por primera vez el Inti Raymi o “la Fiesta del Sol”, la ceremonia de año nuevo para gran parte los pueblos originarios del hemisferio Sur.
La celebración se realizó entre la noche del domingo 20 de junio (la noche más larga del año) y la madrugada del lunes 21 de junio, fechas que corresponden al solsticio de invierno, el cual da inicio a un nuevo acercamiento del Sol hacia la Tierra. Según la tradición ancestral de los pueblos originarios, es el período en el que las noches comienzan a acortarse y se renuevan las energías de la naturaleza.
Cabe resaltar la masiva concurrencia y la impresionante diversidad étnica, cultural y social en Punta Querandí; desde distintos puntos del Gran Buenos Aires y Capital, asistieron miembros y autoridades de los pueblos Kolla, Qom, Wichí y Guaraní, miembros de organizaciones sociales como Amigos de la Tierra, Asamblea del Delta y Río de la Plata, Asamblea de Tigre por el Patrimonio Urbano y Ambiental (ATPUA), Asamblea de vecinos de Vicente López (entre otras), artistas y periodistas de medios independientes como
Alrededor de las 19 hs., la concurrencia fue invitada a formar un amplio círculo. La ceremonia comenzó a cargo de Pedro Moreira de la Biblioteca Inti Huasi, quien invitó a su lado a Clara Romero, cacique del pueblo Qom y presidenta de la asociación civil Lma Iacaia Qom, para juntos proseguir con las aclaraciones y presentaciones de la celebración.
La cacique expresó su gratitud por la humildad de Pedro y por la masiva concurrencia:
“Agradezco enormemente al hermano Pedro por invitarme a llevar adelante la ceremonia junto con él, eso es respeto por la cosmovisión. En primer lugar pedimos permiso a los ancestros que poblaron estas tierras, y les pedimos que con su energía nos den fuerza y claridad de pensamiento. Esta ceremonia significa la renovación de los espíritus y de las fuerzas naturales, y estamos pisando este mismo suelo sagrado con respeto y pidiendo permiso para estar acá y hacer esta ceremonia.”
Con respecto a las expectativas de la ceremonia, Clara destacó:
“Nuestra cultura es nuestra mayor riqueza, las ceremonias engrandecen al espíritu y como en esta noche todas las energías son positivas, espero que cada uno se lleve un poco de la energía del otro”.
Y acerca de la diversidad de la concurrencia, finalizó:
“Es muy bueno ver que haya tanta diversidad cultural, ver como hoy nos hermanamos todos, somos varios pueblos pero hoy somos uno solo”.
Luego de la presentación inicial, se cocinó la cena, que fue preparada con los alimentos que cada invitado aportó; el menú fue variado y compartido por todos, bajo el manto de una de las noches más largas y frías del año. Se realizó una caminata por uno de los terraplenes contiguos al acampe para informar y esclarecer a los nuevos visitantes.
Entre mates, guitarreadas y bailes, las horas fueron pasando a medida que el frío se iba intensificando. No obstante, la noche helada se transformó en la calidez que irradió el intercambio de experiencias, anécdotas y cuentos alrededor del fuego. La mayoría de la gente esperó despierta la llegada del sol que haría su entrada triunfal poco antes de las ocho de la mañana.
Una hora antes, se formó un extenso semicírculo y Pedro encendió el sahumerio de brasas, yerba y hojas de coca, para que cada participante reciba los mejores deseos de protección, paz y fuerza. Clara eligió a cuatro miembros del Movimiento en Defensa de la Pacha que se situaron al frente de la medialuna humana y expresaron sus pedidos y anhelos para el nuevo año.
Bajo un cielo despejado, un respetuoso silencio de media hora dio paso a los centenares de brazos extendidos y las manos en alto, listos para saludar en varias lenguas y recibir toda la energía del Tata Inti (el padre Sol). Desbordaron las emociones en un clima de total fraternidad. Sus rayos asomaron sobre las aguas del canal Villanueva que divide al country Santa Catalina de Punta Querandí, dejando de manifiesto un línea divisoria entre el silencio y la algarabía, entre la riqueza material y la riqueza espiritual. Una línea que muy pronto puede quedar desdibujada.
La ceremonia llegó a su fin en medio de abrazos sentidos y los mejores deseos para este nuevo año.
Nos sentimos honrados y profundamente agradecidos de haber sido invitados a participar de esta ceremonia. Punta Querandí es un sitio que está esperando su reivindicación como patrimonio público y cultural, ahora podemos afirmar que ha sido reivindicado en el plano espiritual. El respeto y la memoria de sus ancestros han sido reivindicados. Cada vez falta menos, ¡gracias hermanos!
Ñi ashik!!!
Comisión directiva
Lma Iacaia Qom
(La Casa del Hermano Toba)
San Pedro, Buenos Aires.
( fotos: Amankay / periódico RENACER / Colectivo "En La Vuelta")
http://www.anred.org/article.php3?id_article=3567
nota en Periódico RENACER:
http://www.renacerbol.com.ar/edicion199/cultura01.htm
